NILO ARRIBA, NILO ABAJO

NILO ARRIBA, NILO ABAJO
El Cairo-Luxor 

Desde el alba dos egipcios sin edad juegan a la taula, mezcla de ajedrez, tres en raya, damas y swami. Al fondo se yerguen las crestas de Selsela, cantera de piedra arenisca, que convierten en monumentos. El buque llega desde Luxor a esperar turno para cruzar la esclusa de Isna. El sagrado Nilo impone su ritmo a cuanto vive en su ámbito. Es inútil sacar la prisa a oreo. Mejor es guardarla en el arca de lo inútil y sentirse fuera del tiempo, cosa que los jugadores de taula saben desde hace milenios, convencidos de que el tiempo pasará irremediablemente así pierdan o ganen esa partida. Desde ambas orillas se acercan al buque docenas de falucas cargadas con prendas de vestir.
Los vendedores ofrecen a los pasajeros en mitad de la mañana luminosa chilabas, velos, babuchas, túnicas y manteles de tela fina. No venden a la primera y menos por lo que piden. Si el comprador no regatea le pierden interés porque creen que ignora la esencia del comercio. Vienen tres en cada faluca: uno organiza las existencias, otro las vocea de pie en la proa y otro mantiene a golpe de remo la distancia justa desde la que puedan ser lanzadas hasta la cubierta del buque. Así que el vendedor muestra el género en alto y grita en un amasijo de idiomas: «¡Eh, amico, amico! ¡Sólo para ver!», tras cuyo aviso, al mínimo gesto de un viajero, relía el artículo, lo mete en una bolsa y lo dispara a la cubierta en la que llueven cientos de envoltorios como un maná de texturas. Si alguien se interesa por uno y desde la barandilla pregunta: «¿Cuánto?», empieza en ese instante un tira y afloja para algo que, de cuarenta euros de salida, o su par en libras egipcias, puede quedar en cinco.
Lo cabal es que, tarde o temprano, comprar, se compra. Al principio hay venta gruesa, pero con las horas decae el impulso, fondea el negocio y de cinco se baja a tres, a dos, hasta que el vendedor intenta un ultimátum dicho en un italiano adaptado: «¡Aspeta!», para barajar las últimas cifras rozando el agotamiento. Las bolsas sobrantes son devueltas a las falucas arrojándolas por la borda. No todas se salvan; alguna cae al Nilo y el vendedor lo pierde todo. Para cobrar utilizan idéntico juego; y si se enseña el dinero, ya sube el cambio detrás de la prenda antes de ser pagada. Estos tenderos ambulantes conocen en sus carnes que la noche es peligrosa, por el trasiego de los gigantescos buques, para regresar a las orillas con las falucas cargadas de género que nadie quiso. Cuando tras la madrugada asoma la luz de nuevo y se abren las compuertas de la esclusa para que el buque pase, surgen en tierra los rezos de los almuédanos mientras unos pescadores palean el agua en la orilla fangosa haciendo huir a carpas y barbos hacia las nasas ocultas que los esperan. Ajenos a tanto portento, al toma y daca, a las bolsas voladoras y a las aves que pugnan por la presa que flota, los dos egipcios sin edad permanecen en el mismo sitio. En un cielo que luce entonces su gama de azules únicos para adornar la bóveda que cubre la escena, sobrevuela un halcón. Horus no pierde norte de cada suceso, incluida la infinita partida de taula que empezó ayer al alba.

Manuel Garrido Palacios
© Foto MGP

Pablo d’Ors

Pablo d’Ors
ANDANZAS DEL IMPRESOR ZOLLINGER
Introducción de Andrés Ibáñez
Editorial Impedimenta

“Una trama llena de encanto y aparente  implicidad, de episodios ocurrentes e ingeniosos incidentes”.
Pilar Castro

Benito Arias Montano

Benito Arias Montano
Discursos sobre el Eclesiastés de Salomón declarado según la verdad del sentido literal 
Biblioteca Montaniana
Universidad de Huelva
Ed. Valentín Núñez Rivera

En esta edición se presenta un texto que ha sido atribuido por unos manuscritos a Arias Montano, mientras que en otros aparece a nombre de su discípulo, fray José de Sigüenza. Sea como fuere, los Discursos sobre el Eclesiatés constituyen un alarde de conocimiento bíblico y de las consecuentes armas retóricas para ahormarlo y darle forma literaria, a la hora de enfrentarse con uno de los libros más complejos y enigmáticos de las Escrituras. Recóndito y difícil, así se nos muestra el huidizo sentido del Eclesiastés, que el autor traduce a la letra, refundiendo en castellano la esencialidad del hebreo bíblico, y luego explana con comentarios explicativos. Todas estas estrategias exegéticas se desentrañan en una introducción al texto, que ha sido editado críticamente, es decir, anotando las variantes que presentan los distintos testimonios e intentando ofrecer el máximo orden y concierto en los pasajes en hebreo.

© Servicio de Publicaciones UHU
Benito Arias Montano
Cierta luz que me alumbraba (Antología)
Biblioteca de la Huebra
Ed. Carlos Sánchez Rodríguez

Un río literario es una lieva de palabras en vez de agua. Metidas en la corriente -dichas, escritas- no quieren retorno. Partieron de su origen -necesaria expresión- y avanzan sin pausa hasta desembocar en el mar de la comunicación.
En este marco, ya alimentado, entre otras obras, por la biografía que le hizo José Andrés Vázquez para Biblioteca de la Huebra, o de Anatomía del Humanismo, en edición de Luis Gómez Canseco para la Universidad de Huelva, abro el que da nombre a este trabajo: Cierta luz que me alumbraba, una Antología hecha por Carlos Sánchez Rodríguez de textos de Benito Arias Montano, humanista, teólogo, polígrafo, nacido en Fregenal en 1527: “cuando en mi niñez me educaba en aquella parte extrema de la Bética, que en la actualidad se llama Extremadura”; muerto en Sevilla en 1598, figura clave en el tiempo de Felipe II, de quien fue hombre de confianza: “haberme mi amo [el Rey] dado tanta priessa para que dejase mi rinconcillo [la Peña]”. 
Dedicado a sus estudios en Alcalá de Henares, “por la fuerza irracional de la bilis negra, o por alguna otra alteración espiritual o física, caí en un tormento de angustia y tristeza”; viajó a Flandes para mediar en su afán secesionista, publicó la Biblia políglota, se refugió en la Peña de Alájar, hoy con su nombre tallado en la memoria, al ser señalado por la Inquisición: “este sitio está en término de Aracena, que es lugar de mil vecinos”; participó en el Concilio de Trento, fue embajador en Portugal en época tormentosa, dominó lenguas: “en lo que toca a instituir Cátedra o lección de lengua española [en Lovaina]”; fue experto en numismática, música: “imitando [los niños] los cantos y ritmos de los mayores, los repiten”; medicina: “Hame hecho Dios merced de darme mejoría de ictericia con la cura que aquí he hecho“; entendió de nigromancia, fue párroco en Castaño del Robledo, abrió Cátedra de Latinidad en Aracena, rozó el centenar de libros escritos y se creyó que platicaba con las aves.

En esta personalidad tan compleja se centra el libro, cuya pretensión ha sido acercarse a la figura de Montano sin intermediarios, mediante el acceso directo a su palabra, no ocultando la dificultad por lo inabarcable de su obra: “miles de páginas parió su pluma con letra-pulga, pesadilla de los censores”. El año antes de morir escribía: “sin espejuelos hago y leo muy menuda letra; al tiempo que ésta escribo, que es de noche, mirando a lumbre de aceite, que hace mejor y más uniforme sombra”.
Otro muro que señala Carlos Sánchez es el de “lo especializado de sus libros”, tan ajenos muchos de ellos al común de la calle, a lo que añade “el escollo de la lengua, pues a partir de 1568 escribe casi toda su obra en latín”, para lo que el editor ha recurrido al trabajo de un grupo de traductores, que han sido “como el pintor que copia del natural y nos reproduce fielmente la realidad”. 

Cierta luz que me alumbraba ha salido con vocación de divulgar una muestra breve de sus escritos para que no queden en un círculo restringido de especialistas, sino al alcance de todos. Se divide la obra en tres partes: la primera, nutrida de recuerdos, de sensaciones personales; un Montano hablando de sí mismo: “Santiago Vázquez, por segundo apellido Matamoros, fue quien me inició y me enseñó el trazado de líneas en el dibujo”. La segunda, con varias poesías, forma favorita de Montano en todo momento, no en balde se le valora como el mejor poeta latino del renacimiento español, tan mejor como desconocido: “el hueso y armadura de este mi cuerpo no te fue escondida; / tuya es su compostura”. Y la tercera, en prosa: “En Ramatha nació Samuel. Allí le daban cada año sus padres el vestido que se vestía”.
La obra quiere señalar el empeño de Montano “en abrir nuevos caminos en la anquilosada ciencia medieval, basada en el autoritarismo del magister dixit. Penetra en las modernas sendas de libertad que propiciaba el acceso a las fuentes de la antigüedad gracias a su conocimiento de las lenguas, lo que lo lleva a buscar caminos de encuentro y a ser tolerante en una sociedad que no lo era. Sopesó el riesgo y la prudencia y dijo lo que tuvo que decir; vivió situaciones apuradas, pero también supo usar su inteligencia para salir airoso en cada lance”.

© Manuel Garrido Palacios

La Casa del Coro · Praga

La Casa del Coro (detalles) Praga

La construye Josef Fanta en 1904-5 para la Asociación de Canto Hlahol. Las esculturas de la fachada son de Josef Pekárek y los ornamentos de Karel Mottl. El Coro conoció directores como Smetana, Bendl y Knittl. 

VIAJE AL PAÍS DE LAS LEYENDAS

VIAJE AL PAÍS DE LAS LEYENDAS
Manuel Garrido Palacios
Ed. Castilla. Valladolid

Leyenda: Narración tradicional que no se ajusta a la verdad histórica; de legenda, cosas que deben leerse, que se leen. 

© Joan Corominas

La leyenda es una especie de memoria lejana, como el mito; un relato de algo que pudo ocurrir, un hecho impreciso que derramó sobre los tiempos su eco y que a pesar de los siglos devoradores y de las burocracias aplastantes, sigue tan vivo en nuestras conversaciones que no desaparecerá jamás.

© Julio Caro Baroja


Unos se afanan en pegar al pasado el concepto de Historia, juego de causa/efecto que pretende dar norte de todo con pelos y señales. Otros lo emparejan al mito, punto de vista desde el cual los hechos no se suceden en un rígido desfile de fechas, ni esto es causa de lo otro; nada tiene por qué ser después de nada. Son aquellos cuyas memorias retienen la esencia (arquetipos), agarran lo que les conviene de los hechos históricos y, ya puestos, no les importa serle 'un poquito' infiel a lo que pudiera estar recomprobado con el Carbono 14. Entonces todo asume su propia lógica y nace el encanto y el milagro del encantamiento, con el que se quiebran las siempre quebradizas leyes que rigen a los humanos. Los primeros suelen identificarse con el ámbito urbano; los segundos, con el rural, aunque tampoco esto debe ser un frío dos por dos son cuatro.
Dice Feijoo en su Teatro Crítico que *el vulgo no cuida de examinar qué origen tiene la noticia; bástale saber que es algo antigua para venerarla, a manera de los egipcios, que adoraban el Nilo, ignorando dónde y cómo nacía y sin otro conocimiento que el que venía de lejos+. Y se pregunta *si no produce risa+ oír no sólo a rústicos y niños, sino a venerados sacerdotes, que hay una mora encantada que se ha aparecido varias veces, cosa que oyeron a padres y abuelos. 
Al hilo de esto me gustaría añadir que, más que risa de suficiencia de erudito, al participar del encanto colectivo, de la convivencia con los antepasados en la más perdida aldea, uno sólo tiene capacidad para abrir una sonrisa, pero de ternura, de una gran ternura hacia esa gente cuya imaginación está viva y no seca, a pesar de la agresión constante que reciben estas flores de lo imaginario que, en último extremo, no se conoce que hagan daño a nadie. 
Por esos vericuetos andan las leyendas, reliquias populares transmitidas oralmente durante siglos, viajeras a lomos de voces quedas y de latidos. Cierto que se escriben y se recogen en colecciones, transmisión que no les resta su carácter acuñado de literatura de tradición oral.
Ya que han sido contadas antes que escritas y siguen contándose, podrían confundirse con los cuentos; pero tienen su distingo. Mientras que los cuentos tienden a ser intemporales, a no fijar espacio, a carecer de patria, y bien pueden servir en tantos casos de puro entretenimiento, las leyendas, por contra, hacen referencia a fechas y a sitios concretos, llevan una carga emocional de hechos que trascienden, saltan la linde de lo natural, y, como intento de explicación de un mito, lo expresan como lo entienden y hasta donde pueden; sacian la curiosidad del grupo, le dan cohesión, diría, y cierran con ello el ciclo mítico del que son parte. La historia contada en la leyenda ocurre en un lugar y afecta a los de dicho lugar. El cuento puede ser contado aquí o allá con los mismos o diferentes nombres.
Estas que aquí aparecen no son las que he considerado mejores ni peores de todas las que he venido recogiendo a lo largo de estos años, sino, simplemente, las diecisiete primeras que doy a la imprenta como colección. Sea en ellas o en las que vengan, no faltará la que hurgue en los rincones de algún alma lectora y le sugiera mucho más de lo que las palabras dicen. Esa es, quizá, la fuerza que oculta la leyenda, superior a lo que se ve a simple vista, y que no es otra cosa que ese misterio del pasado que no entra en los conceptos que buscan definir lo exacto, sino en los que abren el campo de la imaginación a escalas no medibles. Sucede lo mismo que con la guitarra del mesón machadiana: cualquiera de estas leyendas le hará soñar con un aire de un tiempo remoto, de un recuerdo lejano no identificado, pero sentido en lo más hondo.

© Manuel Garrido Palacios


ÍNDICE

1 . LA MORA ENCANTADA
(Cabeza del Buey | Badajoz)

2 . LA PROCESIÓN DE LAS MORTAJAS

(Puebla del Caramiñal | Coruña)

3 . EL NIÑO GUISADO

(Milagro de San Vicente) (Morella | Castellón)

4 . EL TORO ENMAROMADO

(Benavente | Zamora)

5 . LA LEYENDA DE LA PRINCESA MIRA

(En el camino de Vitoria a Miranda)

6 . LOS GIGANTES PICUEZO Y PICUEZA

(Autol | Rioja)

7 . EL AMOR DE ALMALINDA
(Covadonga | Asturias)

8 . LA CRUZ DEL PUERTO TRIGUEROS
(Alosno | Huelva)

9 . LA BELLA CAUTIVA
(Montánchez | Cáceres)

10 . LA CRUZ DE CARAVACA
(Caravaca de la Cruz | Murcia)

11 . LA ENCAMISÁ

(Torrejoncillo | Cáceres)

12 . EL LATIR DE LOS BOLILLOS

(Camariñas | Coruña)

13 . LA GALLINA Y EL AHORCADO

(Santo Domingo de la Calzada | Rioja)

14 . AQUÍ FINCO MI RODILLA. AQUÍ FINCO MI BASTÓN

(Lago de Sanabria | Zamora)

15 . TRES LEYENDAS SERRANAS:

LA JULIANITA. EL CRISTO DE LA PLAZA. LA FUENTE DE LA ZULEMA
(Aracena | Huelva)

Pezinok (parada y fonda)

En Pezinok (Eslovaquia, capital Bratislava) te topas con el delicioso Malokarpatské Múzeum, o Museo de los Pequeños Cárpatos. Es un edificio del siglo XVII en el que a través de sus fondos es posible conocer su historia vitivinícola, valiosos instrumentos para el laboreo de la uva: tesoro etnográfico, sin duda, entre cuyas piezas luce una excepcional colección de prensas, dicen que la mayor de Europa Central. Aparte de esto, se puede sellar de propia mano una botella y probar la fragancia de los vinos en su mostrador de aromas, donde te ofrecen libar los ricos caldos de la zona. Toda una experiencia para anotar antes de irse a dormir.

© MGP.

URUEÑA · SIMPOSIO SOBRE EL VINO


A URUEÑA VINO EL SIMPOSIO SOBRE EL VINO
M. Garrido Palacios



Obras de Juan Coloma

Próximo tomo de la colección documenta, dedicado al estudio de las Obras de Juan Coloma, conde de Elda,  que mereció la consideración de sus contemporáneos engrosando los parnasos españoles del Siglo de Oro, incluyendo el de Cervantes. Es un volumen de 532 páginas, impreso a dos tintas sobre papel verjurado crema, encuadernado a la rústica con cubiertas. La tirada es de menos de 150 ejemplares: 25 para a gestiones y reseñas, 25 para la venta en librerías y el resto para suscriptores.

Publicaciones del Seminario de Estudios Medievales y Renacentistas (SEMYR) · Universidad de Salamanca · Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas · Casa Dorado Montero · eco@usal.es

ALOSNO Y GERINELDO

 
La última memoria que conservaba el romance en Alosno

Aparte de programas de radio y televisión, de discos, de libros dedicados al pueblo y de su presencia en foros de Etnografía, Alosno tiene asiento fijo, ganado por su saber estar y guardar, en las recopilaciones que surgen sobre estas disciplinas. La última que conozco es la Antología sonora del romancero tradicional panhispánico, donde se citan como fuentes el disco La voz antigua (Guimbarda 1981) y el libro Alosno palabra cantada (FCE 1992), obras bien conocidas por las voces que narran el amor de Gerineldo y la infanta, tema que se mezcla con el de La boda estorbada, sin que uno tape al otro. El romance me lo dictó Rosario Correa ‘Tiralé’ (en la imagen), que lo cantaba con la pasión como si hubiera sido testigo del lance. Era de las pocas personas que lo sabían, quizás la única, por lo que un día retomó la música y le aplicó letras de seguidillas alosneras, con lo que la belleza creció hasta salirse de lindes. Después la han cantado las mozas de los escaños de las Cruces de Mayo, lo que significa que la siembra no cayó en baldío. Nunca pierde Alosno lo valioso; siempre distingue entre la paja y el grano, pueblo que, por si era poco, parió la voz de Paco Toronjo para dar un rasgo al fandango, tan bello como copiado. 
Hoy traigo aquí el romance tal como me lo cantó Rosario, dedicado A quien pudiera interesar . Dice así: 

 Gerineldo, Gerineldo
 mi camarero pulido
 quién te cogiera esta noche
 tres horas a mi albedrío.
 Como soy vuestro criado
 os queréis burlar conmigo.
 No me burlo, Gerineldo,
 que de veras te lo digo.
 A las diez se acuesta el rey,
 a las once está dormido,
 a eso de la media noche
 oye la niña un ruido:
 ¡Oh! ¿Quién ronda mi palacio?
 ¡Oh! ¿Quién ronda mi castillo?
 Soy el Conde Gerineldo,
 que vengo a lo prometido;
 traigo zapatos de seda
 para no formar ruido.
 Le ha cogido de la mano
 y lo ha metido en su nicho,
 con palabras amorosas
 se han quedado dormiditos.
 Levántate, Gerineldo,
 mira que estamos perdidos
 que la espada de mi padre
 ha servido de testigo.
 Se levantó Gerineldo
 más muertecito que vivo:
 ¿Por dónde me iré ahora
 para no formar ruido?
 Tú te vas por el jardín
 cogiendo rosas y lirios.
 ¿De do vienes, Gerineldo,
 tan triste y tan abatido?
 Vengo del jardín, buen rey,
 de coger rosas y lirios,
 la fragancia de una flor
 me ha puesto tan amarillo.
 No lo niegues, Gerineldo,
 tú con la infanta has dormido.
 Dame la muerte, buen rey,
 que bien me la he merecido.
 No te mato, Gerineldo,
 que te crié desde niño.
 Se ha formado una gran guerra
 entre España y Portugal
 y nombran a Gerineldo
 de Capitán General.
 Si a los tres años no vengo,
 niña, te puedes casar.
 Pasa uno, pasan dos
 y han pasado los tres ya.
 Se vistió de peregrina
 y lo ha salido a buscar.
 En los medios del camino
 se ha encontrado una vacá:
 Vaquerito, vaquerito,
 por la Santa Trinidad,
 que me niegues la mentira
 y me digas la verdad,
 ¿de quién son estas vaquitas
 de tal hierro y tal señal?
 Son del Conde Gerineldo,
 que hoy está para casar.
 Un niño de oro te doy
 si me llevas al lugar.
 La ha cogido por la mano
 y la ha puesto en el umbral.
 Ha pedido una limosna
 y él se la ha salido a dar:
 ¡Oh! ¿Qué limosnas son éstas
 para las que solías dar?
 Eres el demonio humano
 que me vienes a tentar.
 No soy demonio ninguno,
 soy tu esposa natural.
 Que dispense todo el mundo,
 la boda queda pará,
 que los amorillos viejos
 son muy malos de olvidar .

En la versión de Pidal dice ella:

 Rey y señor, no me mates
 y dámelo por marido,
 y si lo quieres matar,
 la muerte será conmigo .

La de Dámaso Alonso cierra con la certeza de

 Que la espada de mi padre
 yo me la he bien conocido .

En la de Cossío, el rey ordena a Gerineldo que se case para borrar la falta, a lo que él se niega:

Al pícaro Gerineldo
le cortaron la cabeza.

La tía Petra, de Miranda del Castañar, mezcla a Gerineldo y al Conde Flores. no así Carolina Geigo, de Val de San Lorenzo. A Rosario Correa, de Alosno, le parece bien que, después del susto que sufrió, el muchacho haga carrera. 

© Manuel Garrido Palacios

Exposición de Héctor Garrido

Fractales, la marisma y Doñana
Exposición de fotografías de Héctor Garrido
Lucernario del Ministerio de Agricultura, Atocha, Madrid
 Abierta hasta el 30 de septiembre 2015

Johann Nepomuk Hummel

Hummel · Bratislava

En esta casa de Bratislava nace en 1778 Johann Nepomuk Hummel, considerado en su tiempo uno de los grandes pianistas europeos. Alumno, entre otros maestros, de Mozart y Salieri, este compositor sustituye a Haydn como director de la orquesta de la familia Eszterházy. Marcha a Alemania a trabajar en diversos palacios. Muere en Weimar en 1837.

Noche de perros · Nuit de chiens

NOCHE DE PERROS / NUIT DE CHIENS

Manuel Garrido Palacios

1ª Edición: AR. Sevilla.
2ª Edición: Calima. Mallorca
3ª Edición: L'Harmattan. Paris

Portada e ilustraciones interiores de Héctor Garrido


Manuel Garrido Palacios se ha consagrado últimamente como uno de los narradores con más proyección del panorama español. Al margen de sus libros de estudio, en los que jamás ha descuidado un ápice el ángel de la escritura, y que a la postre le han servido para aquilatar un estilo tan propio como brillante, el autor ya había publicado un excelente libro de relatos que merece la pena leer y hasta releer: EL CLAN Y OTROS CUENTOS. En él, MGP, nos sorprendía con un desparpajo y una retranca poco habituales en el vademecum narrativo de este lado del Atlántico, tan metido en gravuras y realismos de cartón piedra. EL CLAN Y OTROS CUENTOS (Calima. Palma 1998) guardaba una singular atención a la palabra oída, y en ella, como suele ocurrir siempre, al son, si se quiere mágico, de lo verdadero. Porque en MGP, como en Rulfo, a cuyo magisterio no es ajeno el onubense, encontramos el polvo turbio y enfebrecido de los caminos, la desfiguración de quien intuye tras los rostros el rostro calvo y sarmentoso de la muerte. De sus campavías por el mundo MGP se ha traído la voz, el gusto por la plática y el filanderío. Porque todos sus textos poseen la virtud de poder ser contados en voz alta, frente a la chimenea encendida, esa especie de numen cuya virtud es despertar lo oscuro y lo dormido. Es más, a veces he tenido la impresión de que sus relatos se trataban en realidad de meras transcripciones magnetofónicas, hábilmente retocadas y llevadas a la embocadura de la palabra escrita. Por eso su obsesión rítmica, la natural cadencia de un discurso veteado de coloquialismos que, como ocurre con ciertos autores del otro lado del charco, transmiten todavía el peso de lo mágico. Como sucediera con Carpentier, su relación íntima con la música lo ha metido de sopetón en los médanos de la palabra, entendida ésta como respiración, como pálpito, como voluntad, si se quiere, convirtiéndose no sólo en el soporte, sino también en la razón de ser de una escritura minuciosa y rica, atenta a lo pequeño y siempre desdeñosa con lo grave y enjundioso, en la que no falta el gesto hilarante (pero no sometiéndose tramposamente a él), la observación canalla, la visión descorazonada del mundo: de ahí, quizás, sus muchos arrebatos de ternura, esa especie de air bag que en Garrido Palacios reviste el pesimismo. NOCHE DE PERROS, que abunda en todos estos referentes, es un libro de fábulas contadas al revés. Su eje central son, como se deja entrever en el título, los perros. Los perros desde su doble papel de observadores y protagonistas de la realidad. Los perros como inmaculados periscopios de nuestros dislates, de nuestra estupidez, acaso como su más rabioso contrapunto. Los perros que jalonan cada uno de estos cuentos algunos de ellos antológicos, como La forja de un lider, La canción del hambre, o los chispazos de La piel o Poemario, sin olvidar El lazo mortal, uno de esos relatos inolvidables al que, sin embargo, MGP no saca todo el inmenso partido que tiene en sí son perros perplejos, perros llenos de ternura, simples víctimas de nuestras veleidades e inquinas, perros esquineros, adosados y tiernos perros sinvergüenzas. Los perros que sobreviven en estos cuentos son perros cosidos a nuestras vidas y son, en realidad, la ropa con que nos vestimos, los ojos que nos asisten, la patria que hemos perdido. Arrobas de conmiseración y de ternura las que irradian estos personajes convertidos en sombras asombradas, que Garrido Palacios encuadra para hacer más plausible el banal atrezzo. El autor respira a través de estos perros de oscura procedencia y claro proceder. A ellos (y a todos esos nosotros que transpiramos en la piel de esos perros) ha querido entregar este libro ciertamente hermoso, escrito con el resplandor, pero también con el asombro de quien en el fondo de sí no deja de ser ciertamente un perro.

© Manuel Moya

Pieter Brueghel

La torre de Babel (1563)
Pieter Brueghel

Pierre de Belay

Couple au café
(Huile sur carton)
Pierre de Belay
(Quimper 1890-Ostende 1947)
Musée de Montmatre Jardins Renoir
Paris

HISPANOUNIDENSE

Entrevista con Gerardo Piña-Rosales
Director de la ANLE
Nueva York

La Academia Norteamericana de la Lengua Española de Nueva York (ANLE), --que dirigió durante muchos años el Dr. Odón Betanzos Palacios (Rociana, Huelva)-- fundada en 1973, es una de las 22 academias de nuestro idioma en el mundo. Sin fines de lucro, tiene por misión fomentar el uso correcto de la lengua española en los Estados Unidos. Su Director hoy es el Dr. Gerardo Piña-Rosales (La Línea de la Concepción, Cádiz). 
PREGUNTA: Hace poco surgió en el seno de la Academia Norteamericana de la Lengua Española la palabra “hispanounidense”; ¿qué hay dentro de ella, a quién o a quiénes se aplica?
RESPUESTA: Este neologismo, del que soy “inventor” (de pura chamba, como decimos en nuestra Andalucía) describe a las personas de origen hispano –hablen o no español– que residen en Estados Unidos. Me parece un vocablo más acertado que los que se han venido usando hasta ahora: “Hispanic”, Latino, etc. 
P: ¿Cómo nace una palabra? ¿Se busca, se encuentra, se celebra su presencia en la Casa de las Palabras, es decir, la Academia?
R: Las palabras nacen, viven y mueren como cualquier organismo. Las hay que nacen porque se necesitan para nombrar algo nuevo, algo que antes no existía. La Academia no crea las palabras, sino el pueblo, gente, y de todos los estamentos sociales. Después, si el nuevo vocablo arraiga (sobre todo porque no atenta contra el genio de la lengua), si millones de personas lo usan, la Academia lo recoge en sus diccionarios. En Estados Unidos, muchos de los que hoy se consideran inaceptables anglicismos, al cabo de los años y de su uso frecuente por la población hispanounidense, acabarán siendo parte de la lengua española. 
P: ¿Qué piensa de la mezcla llamada spanglish?
R: Que es un fenómeno natural; una realidad. El español de Estados Unidos tendrá siempre características propias; la más relevante es la influencia del inglés. Pero esto no es el espanglish o espanglés. Lo que no podemos hacer, como han hecho y hacen algunos profesores y educadores (por llamarlos de alguna forma) es proponer el espanglish como una nueva lengua, como un idioma que incluso hay que aprender. Eso es decirles a los millones de inmigrantes que no se preocupen por mejorar su español ni por aprender inglés, lo que, a mi juicio, es un flaco favor. 
P: ¿Qué hace la ANLE en este sentido?
R: La Academia Norteamericana, con muy pocos fondos, con muy poco apoyo gubernamental (por no decir ninguno), hace lo que puede. Hemos firmado un convenio con GobiernoUSA, agencia del Gobierno estadounidense que informa y presta ayuda a los hispanos a través de sus páginas web. La ANLE asesora a esta agencia para que el español que utiliza sea lo más correcto posible. Acabamos de publicar el libro “Hablando bien se entiende la gente” (Ed. Santillana USA), con 300 consejos idiomáticos, que también son transmitidos por Univisión todas las semanas. 
P: ¿Cómo se defiende un idioma en esa primera línea?
R: La mejor defensa es hablarlo y escribirlo bien. En Estados Unidos es fundamental que las nuevas generaciones no olviden su origen, su cultura, su lengua. Hay que luchar para que las nuevas generaciones de jóvenes hispanos no abandonen la escuela, la universidad. Nos guste o no nos guste, la clase media educada es la que mejor conserva y defiende el idioma, por la sencilla razón de que posee una conciencia lingüística, una conciencia cultural; sabe que el español es una lengua universal, expresión de una rica y variada cultura, por no hablar de las ventajas económicas del bilingüismo.
P: Parece difícil hablar de un grupo homogéneo de hispanohablantes. 
R: El conocimiento de la lengua vernácula depende del grado de escolaridad del hablante. Una gran mayoría de los hispanos que viven en Estados Unidos (personalmente, me parece aberrante hablar de legales e ilegales) proviene de países pobres y de estamentos sociales muy humildes. Es comprensible que su nivel de habla y escritura no sea muy elevado. Por otro lado, hay ya una pujante clase media, educada, que se siente cada vez más orgullosa de su lengua y de sus orígenes hispánicos, personas para quienes el ideal es el bilingüismo, la biculturalidad.
P: Podemos decir entonces que la salud del español en Estados Unidos es… 
R: Muy buena.

© Manuel Garrido Palacioss

Amalia Rodriguez

Amalia Rodriguez
‘Fado’ 1964
Foto: João Martins
Fotógrafos portugueses
Arquivo Nacional de Fotografia

KLIMT

GUSTAV KLIMT
(Viena, 1862-1918)
'Bildnis Gertrud Loew' (1902)
La Vierge (1912-13)
Huile sur toile (190x200)
Narodni Galerie . Prague
République Tchêque

LEYENDAS DE LA PRAGA VIEJA

LEYENDAS DE LA PRAGA VIEJA
Recontadas por Magdalena Wagnerová
según las leyendas conservadas
Trad. Mgr. Roman
Tomo I de la edición Koreny (Raíces)
Ed. Nakladatelství Plot. Praha

Revista de Folklore nº 400

La Revista de Folklore es una publicación singular, específica, rigurosa sobre el inabarcable campo de la Etnografía. Desde 1980, fecha en que comenzó a publicarse en papel, ha convocado a los mejores especialistas en toda la gama de temas posibles, por lo que se la puede considerar como la gran Enciclopedia de la Etnografía en el ámbito del hispanismo. Más de 2.500 artículos y más de 650 colaboradores han contribuido durante todos estos años a convertir la Revista de Folklore en un medio de consulta imprescindible para todos.
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