Héctor Garrido / Viaje a la luz




Viaje a la luz de Doñana
Fotografías
Héctor Garrido
Editorial Rueda

POEMA

¿Cuál es la fórmula de la luz?
A ver: haga usted cálculos, señor Profesor...
Le espero... EI Profesor calcula. El Poeta espera.
Al fin: el Profesor concluye. Y el Poeta dice:
Muy mal, muy mal, señor Profesor.
Esto no es la fórmula de la luz.
Se ha olvidado usted de estos factores:
de la inocencia,
de la libertad,
del amor,
del sueño de las vírgenes,
del vuelo de los pájaros,
de la mirada de los ciervos,
de la voz del adolescente...
Y sin estos factores, sin estos datos,
sin estos milagros
que ha olvidado usted
y que a veces ocurren en el mundo...
-rauda, rápidamente,
en un temblor misterioso de relámpago-
nada más que para que sepamos que existen...
Sin estos milagros, que no están en su fórmula,
no llegará usted nunca
a la justa definición de la luz,
"la luz.",
fíjese usted bien, señor Profesor,
"la luz es la mirada de Dios -mística u poética-
donde viven (eternamente, siempre, siempre]
la aurora, el ángel y los sueños.

© León Felipe

ANLE / Gerardo Piña-Rosales




ANLE


La noticia fue la elección por unanimidad del Dr. Gerardo Piña-Rosales como Director de la Academia Norteamericana de la Lengua Española de Nueva York (ANLE), la más joven de las 22 Academias de la Lengua que existen, cuyo trabajo conjunto abarca la Gramática, el Diccionario, la Ortografía y otras obras al servicio de los más de 400 millones de personas que hablan español en el mundo. El Dr. Piña-Rosales considera que la labor de la Academia “es una aventura, un reto, un desafío [...] porque estamos en el ojo del huracán. Nuestra Academia opera en los Estados Unidos, país donde la lengua mayoritaria es el inglés, que hoy por hoy es la que más influye en el español, es decir, que la ANLE asiste, desde dentro, a la evolución -positiva o negativa, según los casos- de la lengua española. A pesar del elevado número de hispanohablantes que residen en Estados Unidos, el español se siente acosado por el inglés. Los cambios e innovaciones lingüísticas -la irrupción volcánica de neologismos- que se producen por estos pagos, los veremos pronto adoptados o rechazados tanto en España como en países de América Latina". Gerardo Piña-Rosales nació en La Línea de la Concepción (Cádiz) en 1948. Hoy es su Hijo Predilecto. Hizo estudios superiores en el Instituto Español de Tánger (Marruecos), en la Universidad de Granada y en la de Salamanca. En Nueva York (donde reside desde 1973) se graduó por el Queens College de CUNY y se doctoró en el Centro de Estudios Graduados de dicha universidad con una tesis sobre la literatura del exilio español de 1939. Desde 1981 ejerce como profesor de literatura y lengua españolas en la City University of New York (Lehman College & Graduate Center). Ha enseñado también en St. John´s University y en el Teachers College de Columbia. Es presidente del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York y de la Asociación de Licenciados y Doctores Españoles en Estados Unidos. Ha publicado De La Celestina a Parafernalia: estudios sobre teatro español (1984); Narrativa breve de Manuel Andújar (1988); La obra narrativa de S. Serrano Poncela (1999); Acentos femeninos y marco estético del nuevo milenio (2000); 1898: entre el desencanto y la esperanza (1999); Presencia hispánica en los Estados Unidos (2003); España en las Américas (2004); Odón Betanzos Palacios o la integridad del árbol herido (2005) y Escritores españoles en los Estados Unidos (2007), aparte de diversos estudios sobre autores tan variados como Cervantes, Vallejo o Bowles. Como novelista es autor de Desde esta cámara oscura, que obtuvo el Premio Casino de Lorca en 2006. En años anteriores dirigieron la Academia el chileno Carlos McHale y el español Odón Betanzos. La ANLE -Correspondiente de la Real Academia Española- fue fundada en 1973. Con sede en Nueva York, representa a los millones de hispanohablantes que residen en los Estados Unidos.

© Manuel Garrido Palacios

Daniel Vázquez Díaz









Daniel Vázquez Díaz
Nerva 1882-Madrid 1969

(acuarelas 25x36)

1 . Estudio de la cabeza de Colón

2-3 . Estudios de cabezas de frailes

4 . Estudio de cabeza de marinero





FÁBULA

Nerva, Fuenterrabía, La Pedriza.
Y la D con la V y con la D.
Qué plenitud de España
y con Montmartre al fondo y con La Rábida.
Daniel, tú sabes que a Juan Gris
-lo descubrió Juan Larrea-
un color le llamaba Juan.
Pero a tí no fue uno el que te preguntaba.
Todos los timbres, todos sus matices
revolaban en torno de tu boina
y te confiaban calores y fulgores abolidos,
taleguillas, burieles
y frescores de aceros y de tierras
y buches de paloma amortiguados.
Los leones de Daniel y los panes del Díaz
y navegando el Vázquez las dos zedas,
los cisnes blanco y negro de este a oeste.
Y hay veces que se alcanzan y se calcan
y crean para ti
toda la fiesta,
la fábula innumerable de tus grises.

© Gerardo Diego
(De la Real Academia Española)






El torero José Cantares
(Óleo sobre lienzo)
Museo de Huelva


Alosno / Cruces de Mayo

Foto MGP.




La lucha que libra la cultura del pueblo contra el proceso de homologación y falsedad al que se le somete, la fuerzan a adaptar sus tradiciones, a que las fechas cundan como puentes para la vacación, a que muchas veces se baile, se cante o se ritualice sin apreciar su significado.
Alosno, por diversas razones, conservó lo que los pueblos venidos le aportaron, heredando tal monto cultural que es injusto reducirlo a “cuna del fandango”; ésta es su expresión de andar por casa, pero no la única. Alosno guarda ecos que igual suenan a ayer mismo que a tierra prometida. Es la suya una contracultura a la que la Cultura con mayúscula llama popular porque transmite un saber distinto al de los criterios santificados.
Ahí vemos las colás en las que se planta la Cruz junto a elementos paganos, que no están ahí casualmente, sino que ese era y es su sitio; la colá es un marco conciliador de doctrinas diferentes, ejemplo de sincretismo. La esencia de la vida fluye pujante en estos templos caseros, antaño para el amor sagrado, y los protagonistas así lo sienten, que el sentimiento siempre pudo más que la razón.
Las colás se adornan con lo mejor que se tiene: cortinas, encajes, tapices, rasos, blondas, espejos, cornucopias, grabados, galerías y paños de cortadillo, que “cuando la Cruz viene, cada una luce lo que tiene” o “quien de la fiesta sepa gozar, desde la víspera ha de empezar”; y se celebran dos veces: la Cruz Grande, o sábado después del 3, y Cruz Chica, o sábado siguiente. Los altares se cubren con tisú de plata y joyas y la Cruz puede ser labrada, policromada, tallada o de ramos. Quien entra a sacar a una moza al llano para bailar tiene que pagar “la voluntad”, dinero que se destina al coste del decorado, que “día de fiesta, algo cuesta”. Se dice “una perrilla pa la lú”, pero el significado va más allá.
El aspecto de las colás transporta a unos a un salón renacentista; a otros, a los antiguos templos del amor sagrado. En ellas todo pasa sin filtros, sacando a bailar mozos a viejas, viejos a mozas, pastor a heredera, pobres a ricas, sin que sea ley bailar bien, sino bailar sin más. Las mujeres mayores cantan sin forzar la voz; sueltan coplas como rezos, o mantras, o seguidillas en murmullo al son de las panderetas. La fiesta está hecha para lo que está y quien quiera ir que vaya, que lo que tenga que pasar no quedará sin que pase.
El llano es el espacio para bailar entre los cuatro escaños: al frente, las mujeres mayores cantan, observan, vigilan; los dos laterales son para las jóvenes con sus mejores galas, dispuestas a salir con el hombre que se lo pida, guste o no, y el otro, haciendo de frontera con la calle. Las mujeres avisan si la gente se agolpa allí: “Que corra aire por el pasillo de los hombres”; son las que defienden sus cantos antiguos de la Cruz de Mayo frente a las jóvenes, que atacan más los de moda. En ese ángulo esperan turno los hombres para bailar, ya elegida de lejos la moza; al final, ella recibe el dinero y lo deposita en el altar. “Una, dos, tres seguidillas / al pie de la Santa Cruz / y al final de la tercera / la perrilla pa la lú”.
Cuando alumbraban los quinqués, el haz de luz que salía a la calle oscura indicaba que allí había un pequeño santuario esperando: “Por esta calle me voy, / por la otra doy la vuelta, / la niña que a mí me quiera, / que tenga la puerta abierta”.
Ir de Cruces en Alosno es asistir a una fiesta derramada por todo el pueblo; se deja una colá y aún el eco no se ha perdido cuando se percibe el de otra: “Vi sentada en el escaño / a la dueña de mis sueños, / la quise sacar al llano / y vi que tenía dueño / por un anillo en su mano”.
Si a la que bien baila, poco son le basta, la que lo hace por imposición sigue dejando que su pensamiento se enrede a la espera del mozo que a ella le gustaría que asomara, que igual andará visitando otras colás, cantando canés de alejanza aquí, de anuncio allí. “Te crees que soy tuya / porque pagaste este baile, / yo tengo mi cuerpo aquí, / mi corazón en la calle. / Y así, cantando / menudillas verdades / te voy soltando”
Las mujeres mayores animarán a las nuevas al presentirlos: “¡A cantar, niñas, que viene mozo!”. Y en la noche mágica flotarán una vez más esos versos de Miguel Hernández que hablan de “muchachas y muchachos, / que no dejarán desiertos / ni las calles ni los campos”.

© Manuel Garrido Palacios

Uberto Stabile / Poesía fronteriza


Tan lejos de Dios
Uberto Stabile

Lo que haga Uberto Stabile siempre tendrá un interés añadido, una esquina de sorpresa, un qué inesperado. Todo empieza con un correo que dice escuetamente: “Casa de Cultura de Punta Umbría. Proyección y presentación de mi primer documental: Tan lejos de Dios, poesía mexicana en la frontera norte. Te espero”.
Mi respuesta es inmediata y va como pregunta: Aparte de la grata sorpresa, me interesa ese documental. Dime algo más, el formato, la duración, cómo o dónde o con quién lo has montado. Pía. Di algo más.
RESPUESTA: Te cuento. Durante septiembre de 2009 y febrero de 2010 realicé tres viajes a la frontera de México con EE.UU. con la intención de hacer un libro que diera una imagen de ese territorio tan vasto y extremo a través los ojos de los poetas. Llevaba un año leyendo a poetas y rastreando información, así que no me fue difícil llegar a los lugares de residencia. Mi primer viaje fue a Ciudad Juárez, Chihuahua, en México, y El Paso, en Texas. El segundo viaje fui a Tijuana, Ensenada, Rosarito, en México, y a San Diego, en EE.UU. El tercero llegué a Saltillo y Monterrey.
P: Y de ahí sale el libro...
R: …que tiene dos ediciones: en España, con Baile del Sol, y en México, con la UNAM, o Universidad Nacional Autónoma. que saca esta obra de 64 autores de los estados fronterizos con los EE.UU. más otros dos estados norteños, como Durango y Zacatecas.
P: Trabajo amplio, costoso.
R: El libro tiene 430 páginas y estará en la calle a finales de septiembre.
P: Vamos al documental.
R: Durante esos viajes tomé una cámara de video, que apenas sabía manejar, y grabé entrevistas y recitales más lo que los rodeaba. En total obtuve un material de unas 7 horas, de las que han quedado 46 minutos. Luego mis hijos me facilitaron herramientas para el montaje y me puse a trabajar. En una semana tenía todo listo.
P: Casi una odisea.
R: Más bien una osadía por mi parte, porque no tenía ni idea de por dónde empezar a meterle mano a todo eso, ya que en el documental entrevisto y recitan 18 de los 64 autores.
P: Estreno, reestrenos, circuitos, apoyos.
R: Después de dos intentos fallidos, el estreno lo merece Punta Umbría. En septiembre se proyectará de nuevo en Punta en el Curso de Cultura Pop de la Universidad de Huelva, y también en ese mismo mes se hará en el SILA, que es el Salón Internacional del Libro Africano de Tenerife. En octubre se podrá ver en el Salón del Libro Iberoamericano, en el Festival de Poesía de Manchester y en la Universidad de Leeds, organizado por el Instituto Cervantes. Luego, a principios del mes de noviembre, lo llevaré a Málaga y a Madrid, en días y lugares que aún quedan por determinar; y en el mismo mes se verá en todo el norte de México, en el Distrito Federal, en la Casa Museo de Trostki y en la FIL de Guadalajara.
P: Todo un arranque.
R: Y de la mano de la UNAM.
P: ¿Si te pido una sinopsis del documental?
R: Tan lejos de Dios habla de las raíces indígenas, del mestizaje, del lejano y salvaje oeste, de la migración y la frontera; habla del desierto desde el desierto, de la familia, de los abuelos, de los ancestros y de la soledad de las ciudades; habla de la música, de la revolución y de quienes creen en ella, de la colonización, de las costumbres y de la muerte pura y dura; de las maquiladoras y de las mujeres de Ciudad Juárez; habla de las mujeres de México, desde los infiernos domésticos a las trincheras públicas; habla del narcotráfico y de la corrupción que asola las ciudades; habla de armas y de amor, de una sociedad que día a día se reinventa para seguir viviendo, pero sobre todo, de una poesía llena de fuerza y vitalidad, ese viento del norte que parece haber roto definitivamente y con voz propia el aislamiento al que parecía condenado. Como si se tratara de un cuadro de Edgar Hooper, en Tan lejos de Dios, muchos poemas son escenas de un tiempo y un lugar donde los personajes parecen desfilar en un mismo escenario repleto de luces y de sombras: frontera en la que, de alguna manera, unos reflejan y otros se proyectan.
De Uberto Stabile se esperaba, hasta hoy, la buena nueva de un libro o la dirección de los Encuentros de Escritores, pero esta sorpresa ensancha, sin duda, el grado de admiración que siempre ha merecido.

© Manuel Garrido Palacios

Claude Monet






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Imágenes del jardín












Impresión, sol naciente
(1873, óleo sobre lienzo)




La casa en la que vivió Claude Monet en Giverny desde 1882 a 1926 es un lugar de encanto. Lo era antes de llegar él y su voluntad lo conservó y acrecentó. Cuando la belleza es tan evidente sólo puedes acaparar los detalles con los sentidos, gozarlo todo íntimamente sentado en un banco de madera del jardín japonés que tiene ante sí el edificio. Es como si todos los cuadros del maestro estuvieran en vivo… los lánguidos chopos, los nenúfares sobre el agua que rodea el islote sembrado de bambú, las amapolas rojas y las de color indefinido que la tierra sostiene; en suma, las mil flores, el rumor del viento entre los árboles, la suave corriente al pasar, el canto de los pájaros, el eco que no cesa. Todo es Monet y todo se ve desde cualquier ventana de la casa antes de perderse en la maraña de caminos, puentes, sensaciones y olores gratos que ofrece el jardín. Vinieron muchos pintores a experimentar nuevas técnicas cerca de Monet, y fruto de ello es la muestra que la Fundación de su nombre ha montado y que puede verse en dicho recinto. Como tantas veces ocurre, el artista deja en el pueblo donde crea su obra una estela vital para muchos años entre pinturas que hizo, pintores que vinieron a seguirle el rastro y visitantes que quieren ver lo uno y lo otro. Latido, en suma, y luz, la formidable luz del Arte con mayúscula. No en balde por aquí se dice: «Monet, la luz».

© Manuel Garrido Palacios

fotos: mgp

Héctor Garrido / Entrevista en La Habana


CRUCES DE MAYO
Cuba - España
Héctor Garrido
Julio Larramendi





Héctor Garrido ha desarrollado proyectos fotográficos en los seis continentes y publicado en revistas como National Geographic, El País o XL Semanal; ha diseñado y puesto en funcionamiento el banco de imágenes de Doñana/CSIC —que cuenta con medio millón de fotografías a disposición del público, instituciones y medios de comunicación— y ha liderado proyectos de divulgación científica y medioambiental como la creación de la Casa de la Ciencia y el Foro de la Biodiversidad.
Ha visitado Cuba en varias ocasiones: en diciembre de 2010, con una muestra titulada Agua en la sede de la ONG Patrimonio, Sociedad y Medio Ambiente (La Habana Vieja), y en agosto de 2011 en Baracoa —la villa primada de Cuba que recientemente arribó a sus 500 años— en la Galería Luz y Oficios, del Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño, enclavado en la zona colonial de La Habana. Sobre la muestra Mujer y agua —que incluye 18 fotografías impresas en lienzos de 1:20 x 90, dijo Héctor Garrido para La Jiribilla que es “una una obra de fusión entre mis fotografías aéreas y la intervención del pintor cubano Jesús Lara, que ha sacado de mis imágenes mensajes maravillosos. Estas obras viajarán a España para ser exhibidas allá. La estética de Lara ha dado a mis imágenes una nueva visión y creo que el conjunto será muy impactante para el público español.”
¿Cuáles son los puntos de contacto entre su obra y el imaginario de Lara?
Personalmente ando inmerso en una exploración por el mundo del arte; siento que a nivel artístico estoy en un momento de efervescencia. Un grupo de artistas españoles y cubanos andamos por estos días teorizando alrededor de una nueva forma de ver el arte. Estamos armando una nueva-pequeña teoría que, si finalmente toma suficiente peso, podría dar lugar a una novedosa forma de arte basada en un leguaje distinto llamado fractal, que no es más que el lenguaje de la naturaleza. Creemos, firmemente, que ese lenguaje ha sido poco utilizado: recientemente comenzamos a conocer bien su gramática y tenemos bastante basamento como para poder producir una teoría relacionada con el lenguaje fractal.
¿Qué artistas cubanos están imbuidos de esta teoría?
El primer artista cubano que se ha mezclado es Jesús Lara y en España José María Meyado, un fotógrafo muy prestigioso —que también ha visitado a Cuba con frecuencia y ha hecho aquí varios trabajos—. Creo que está pendiente en el mundo del arte hablar en ese lenguaje y estamos en algo que removerá las entrañas del arte que por momentos se paraliza.
¿Qué ha significado para usted el Parque Nacional Doñana?
Doñana es un área natural protegida situada en las provincias de Huelva y Sevilla al suroeste de España, en la comunidad autónoma de Andalucía y fue declarada Parque Nacional en 1969. Allí se encuentra la estación biológica del CSIC y es el sitio donde vivo. Doñana es un sitio increíble por su potencialidad como espacio natural y, también, por las infinitas posibilidades de inspiración que da al artista. En los próximos días, Jesús Lara conocerá Doñana y allí tenemos previsto hacer una serie de trabajos conjuntos. Será una experiencia importante para él y, seguramente, el trabajo que desarrolle en España lo expondrá en Cuba.
¿Qué sucedió en Baracoa?
Inauguramos una exposición sobre las Cruces de Mayo que anteriormente fue vista en la Galería Julio Larramendi del Hostal Conde de Villanueva, aquí en La Habana Vieja.
Es una exposición bipersonal que hicimos entre el prestigioso fotógrafo cubano Larramendi y yo; ambas miradas se dirigen a un tema etnográfico, las Cruces de Mayo de España, comparadas —a nivel fotográfico— con el Altar de Cruz, de Baracoa. Son dos tradiciones que se separaron probablemente hace 500 años cuando se fundó la ciudad primada de Cuba. Esa tradición viajó de España a Cuba y se asentó aquí.
Es muy hermoso verla 500 años más tarde y apreciar en qué se diferencian y cómo han evolucionado las dos. El 21 de noviembre esta misma exposición se inaugurará en el Convento de Santa Ana, en Sevilla, que posee una preciosa sala de exposiciones, muy importante y céntrica, y luego, viajará a los otros dos sitios en que se hicieron las fotografías, es decir, que a la muestra aún le quedan kilómetros por recorrer.
Imagino que al ser apreciada por públicos diferentes la reacción será distinta en cada sitio; es bonito que las personas que siguen cultivando esa tradición centenaria vean que en otros sitios también se conservan aunque con una evolución distinta.
¿Cómo ha sido ésta, su tercera mirada a Cuba?
¡Algo debe de ir muy bien en este amor a primera vista que me ha hecho venir a Cuba tres veces en seis meses! En esta oportunidad me acompaña mi hijo mayor, 17 años, y ha sido un aprendizaje constante. Hemos pasado días felices e intensos porque venir con alguien con una visión tan fresca y estar sometido constantemente a sus preguntas e indagaciones me ha hecho aprender más de Cuba e intentar entenderla y conocerla mejor. Es un país maravilloso y La Habana es una ciudad que enamora y atrapa.

© Estrella Díaz - Resumen de la entrevista en La Jiribilla - La Habana.
Se lee completa en http://www.lajiribilla.cu/2011/n538_08/538_04.html