Eduardo Lolo

La Academia Norteamericana de la Lengua
Correspondiente de la Real Academia Española
celebró el acto de ingreso como miembro de Número de
D. Eduardo Lolo
que disertó sobre
'Mambrú se fue a la escena: Apuntes sobre el teatro infantil hispánico' 

Afirmó el doctor en letras y profesor de la City University of New York que ‘es probable que el teatro sea el género literario más cercano a la naturaleza infantil como tal […] incluso no creo que sería conjeturar en exceso suponer las más antiguas raíces de la escenificación teatral en esa condición innata que permite a los niños desdoblarse en medio del juego y, momentáneamente, ser madre, o ave, o centauro: las posibilidades son tan infinitas como inagotable es la imaginación de los infantes […] De ser así, los adultos habríamos inventado el teatro para poder seguir jugando como lo hacíamos de chicos […] Técnicas, teorías y estudios académicos le darían luego cierto viso de seriedad al juego y perfeccionarían sus reglas, adaptándolas a condicionantes estéticas epocales, objetivos ideológicos e, incluso, al comercio mismo. Pero allá en lo hondo, oculta entre bambalinas internas, la condición lúdica del teatro permanece tan vigente en el último estreno millonario de Broadway como en el vuelo imaginativo de los niños’.
El doctor Lolo, autor de una edición crítica de ‘La edad de oro’, la revista para niños de José Martí, pertenece al Comité Internacional de la Asociación de Literatura para Niños (ChLA), recibió en 2004 la Medalla de Plata que otorga la Société Académique d’Éducation et d’Encouragement de París.
Gerardo Piña-Rosales dijo en su respuesta que 'las soterradas y profundas pulsiones que laten en estos cuentos de hadas madrinas y brujas sibilinas revelan nuestra ansia y ambición de poder, nuestra lucha constante entre el bien y el mal, entre el eros reprimido y el placer prohibido […] Que los psicoanalistas sigan viendo en esas historias complejos de Edipo o de Electra, que nosotros nos quedamos con la sencillez e ingenuidad de nuestro corazón infantil’.
El doctor Lolo, en vez de seguir el formulario previsto, prefirió contar anécdotas de su niñez. Su esposa, doña Circe, a preguntas del secretario de la ANLE, José I. Covarrubias, cerró: ‘Eduardo es un niño grande lleno de fantasía’.
Gerardo Piña entrega a Eduardo Lolo el diploma y la medalla de la ANLE.
Octubre de 2015 · Centro Español
New York City