Teresa Rita Lopes






Teresa Rita Lopes
Cicatriz
El Bardo edit.





“¿Donde comienza y acaba esta corriente esta familia a la que sé que pertenezco desde hace mucho tiempo? ¿Qué nombres qué rostros tuvieron los gitanos del mar cuya tribu abandoné en una anterior generación y a la que ahora regreso en demanda de asilo en este caserón de los abuelos? De aquí son mis abuelos labriegos que alzaron estas gruesas paredes que embaldosaron este patio donde extendieron al sol algarrobas higos mazorcas de maíz y sus hojas con las que rellenaron los colchones donde durmieron parieron y murieron. En carros de muías cascabeleras iban a pagar diezmos transportaban estiércol semillas y cosechas cumplían con entierros y misas e iban a desahogar el cuerpo en ferias fiestas bodas. La misma muía caprichosa comprada a los gitanos en la feria sacaba agua en la noria tiraba del arado y hasta sin montura se dejaba montar”.
La colección de poesía El Bardo nace en 1964 con la dirección de José Batlló y la publicación de un libro de Celaya. Es su primera etapa editora: diez años y un ciento de títulos firmados por Gimferrer, Montalbán, Azúa, Sarrión, Carvajal, Espriu, Ferreiro, Quart, Fuertes... En su segunda etapa, misma dirección y sello de Lumen, publica a Neruda, Hernández, Otero, Goytisolo, González, Alberti y traducciones de Rilke, Heine, Bonnefoy y Prévert. En su tercera etapa es editora Amelia Romero y dirige Carlos Sahagún. Salen obras de Nâzim Hikmet, Ausiás March, Cillóniz, Guillén y antologías de poetas de diversos países.
En la cuarta etapa encontramos “Cicatriz”, obra de la portuguesa Teresa Rita Lopes, cuya prosa poética, o poema en prosa, abre estas líneas. La traduce y prologa Perfecto E. Cuadrado, que perfila a la autora: “Sin adscripción explícita a grupos o tendencias poéticas de voz colectiva e intenciones de intervención social o estética […] Teresa Rita Lopes ha recorrido un camino personal en el que no es difícil detectar sus lineas maestras: la atención minuciosa a lo cotidiano para reconstruirlo desde la memoria y recrear el pasado y el propio presente, y la sencillez del canto buscando siempre un Otro al que pueda llegar su voz, con quien dialogar para vencer la soledad de la ausencia de un mundo consistente: “Veo bajar a los serranos en sus carros de muías más sobrios que los de la costa sin dibujos ni colores ni espejuelos en los arreos sin cuerdas entrelazadas”.
Un rasgo de su poesía es la presencia de Pessoa y de un universo infantil evocado, reinventado y detenido en puros trazos: “El día amaneció con una flor entre los dientes. El día amaneció con plumas alas en los pies en los brazos con un suave dolor. El día amaneció con una sonrisa de aflicción deseando ser agua aire árbol nube montaña barco pájaro mudar de estado mudar de vida. El día amaneció tan joven deseando hacer no sabe qué no sabe dónde pero algo grande”.
Teresa Rita Lopes nace en Faro, ejerce en París como profesora de la Sorbona, se doctora con la tesis “Fernando Pessoa y el drama simbolista” y ocupa la Cátedra de Literaturas Comparadas en la Universidade Nova de Lisboa. Entre sus poemarios están Os Dedos os Días as Palavras, Por Assim Dizer, Afectos, Jogos, A Nova Descoberta de Timor o A Fimbria da Fala. Aparte de sus obras de teatro y sus antologías, tiene traducida su poesía a varios idiomas. Entre sus premios más importantes cuenta con el Ciudad de Lisboa y del Eça de Queirós.
Según Cuadrado, Cicatriz es el nombre del abismo, la huella de la herida del rayo, el singular mayor de tantas cicatrices reducidas a su tamaño; es un cuadro en movimiento con un punto de fuga: la muerte de la madre, en torno al cual se ordena la obra: memoria, elegía y reflexión. En todas preside un latido deliciosamente expuesto: “Viví ya trece años más que Pessoa y ni así he conseguido pasar mi obra a limpio. Sonrío al ver que dije ‘mi obra’. Sé lo que significa tener un huerto una obra no. Viviría para mi huerto si supiera dedicarme a ese ideal. Pero no sé. Sin querer escribo por puro instinto de supervivencia como las tortugas recién salidas del huevo corren hacia el mar”.
La poesía de Teresa Rita Lopes parece estar girando siempre en torno a un verso: “¿Qué es realmente el tiempo para que yo lo aproveche?”, que un día escribiera Álvaro de Campos. o Alberto Caeiro, o Ricardo Reis, o Fernando Pessoa.

© Manuel Garrido Palacios