GERARDO DIEGO
PRIMERA ANTOLOGÍA DE SUS
VERSOS
Austral · Espasa Calpe · 1958
LAS TRES HERMANAS
Estabais las tres hermanas,
las tres de todos los cuentos,
las tres en el mirador,
tejiendo encajes y sueños.
Y yo pasé por la calle
y miré… Mis pasos secos
resonaron olvidados
en el vesperal silencio.
La mayor miró curiosa,
y la mediana riendo
me miró y te dijo algo…
Tú bordabas en silencio
como si no te importase,
como si te diese miedo,
y después te levantaste
y me dijiste un secreto
en una larga mirada,
larga, larga… Los reflejos
en las vidrieras borrosas
desdibujaban tu esbelto
perfil… Era tu figura
la flor de un nimbro de ensueño.
Tres eráis, tres, las hermanas,
como en los libros de cuentos.
LA DESPEDIDA
Aquel día
-estoy seguro-
me amaste
con toda el alma.
Yo no sé
por qué sería.
Tal vez
porque me marchaba...
-Me vas a
olvidar -dijiste-.
Ay, tu ausencia será larga,
y ojos
que no ven... -Presente
has de
estar siempre en mi alma.
-Ya lo
verás cuando vuelva.
Te
escribiré muchas cartas.
Adiós,
adiós... Me entregaste
tu mano
suave y rosada,
y, entre
mis dedos, tu mano,
fría de emoción, temblaba.
Sentí el
roce de un anillo
como una
promesa vaga.
Yo no me
atreví a mirarte,
pero sin verte notaba
que los
ojos dulcemente
se te
empañaban de lágrimas.
Me lo
decía tu mano
en la mía abandonada,
y aquel
estremecimiento
y aquel
temblor de tu alma.
Ya nunca
más me quisiste
como entonces, muda y pálida.
Hacía
apenas tres días
que eran
novias nuestras almas.
© GD