Inma Luna

Inma Luna
Las mujeres no tienen que machacar con ajos
su corazón en el mortero
Editorial Baile del Sol

PREGUNTA: Converso con la escritora Inma Luna, que ha publicado “Las mujeres no tienen que machacar con ajos su corazón en el mortero”, título también del primer relato de la obra.
RESPUESTA: La expresión me pareció adecuada para el conjunto. Muchos personajes buscan el modo de escapar de situaciones en las que son infelices, así que intentan que la vida nos les machaque del todo, ni con ajos ni sin ellos. Hay varias mujeres en el libro y creí que era una buena recomendación para todas.
P: Hay quien escribe cuentos para descansar de los largos discursos literarios y quien lo hace porque cree en esa forma.
R: Lo interesante es que se transmita lo que se quiere transmitir. Cualquier género tiene ventajas e inconvenientes; depende de las cualidades del escritor. A mí me gusta escribir relatos cortos porque me permiten aprovechar los primeros impulsos creativos y ver el resultado de inmediato. En la novela el autor maneja ciertas concesiones, pero también corre un peligro de dispersión. Precisamente ahora trabajo en mi primera novela y esa es la mayor dificultad que estoy encontrando, aunque a la vez me deja desarrollar reflexiones más profundas o con un tempo más pausado.
P: Te pones a escribir y lo ves como una catarsis, un tormento, un disfrute, un privilegio, una necesidad.
R. Según el momento. La catarsis quizás sea más terreno de la poesía. Muchos de mis poemas han sido terapéuticos; me he dado cuenta después de haberlos escrito; tengo que agradecer a esos versos que me contaran cosas sobre mí misma que me costaba ver. El tormento y el disfrute se alternan. Si las palabras están más cariñosas, todo fluye y te dejas llevar; si se esconden y las ideas se resisten, es un tormento. El gran privilegio de escribir es la posibilidad de crear, comunicar. Inventar historias tiene algo de magia, dejar nacer a personajes que son fascinantes y sorprendentes incluso para quien los imagina.
P: Se presentó tu obra en el Centro de la Mujer “Rosa Luxemburgo” de Leganés; la expusiste ante los demás para bien o para mal.
R: Lo más interesante en estos casos es la respuesta del público. La gente escucha tus relatos y se siente dentro, sobre todo las mujeres, que se acercan y te cuentan las historias que viven y sufren y que necesitan expresar. Esto me emociona y me crea responsabilidad. Por eso muchos personajes de los relatos son de carne y hueso.
P: Dante Medina escribe sobre tu libro "Los amores extraños, los incomprensibles (¿hay de otros?), la ternura sórdida y la desesperanza, la simulación y la mentira para sobrevivir a corazón abierto, la fantasía como refugio y escondite, el vómito psicoanalítico, el amor desmedido que acaba en un abrazo fúnebre, el panteón en que se ama en la miserable ciudad”.
R. Sus palabras son un regalo. Le pedí el Prólogo porque me parecía interesante la lectura que podía hacer un hombre con una visión de la vida tan diferente a la mía. Percibió la mayoría de los matices de las historias y los describió con acierto. Le puso todo su cariño.
P: Sigue Medina: “El sabor del cuerpo, la identidad perdida y buscada, y el recorrido por el interior femenino como si se tratara (¡que sí!) de un campo minado de cicatrices, contradicciones, entumecimientos, monotonías, desilusiones, en un laberinto donde todos los senderos conducen a la palabra "escape", una forma de muerte o la muerte misma: sopa de a diario, menú único. Y detrás de todo, una clave a la que nos conduce el olor que permite llegar al sabor: el hogar: : casa, familia, amor, fuego, fogón: alimento". ¿Qué dice la autora de este análisis?
R. Leído de golpe podría parecer un menú empachoso, pero todo forma parte de la vida y de las historias que cuento. Los sabores están presentes y los personajes buscan su camino, dejan a la vista sus debilidades, sus contradicciones, sus anhelos. A veces son más valientes y se atreven a dar el salto. Es un libro con mucha cocina, con aromas que trufan las acciones, con comida como sustituta de afectos que no se encuentran, como forma de acercamiento. Mi intención es que los lectores encuentren en los cuentos estos aromas y sientan los impulsos vitales de los personajes, que van desde lo ingenuo a lo despiadado; todos capaces de despertar ternura.

© Manuel Garrido Palacios

Alfonso Brezmes



Alfonso Brezmes
‘Alguna vez en ninguna parte’
Exposición . 26 marzo 2014 . 8 tarde
Galería Blanca Berlín
Calle Limón, 28. Madrid
www.blancaberlingaleria.com