ÁLORA LA BIEN CERCADA

ROMANCE DE ÁLORA LA BIEN CERCADA

Álora la bien cercada,
tú que estás en par del río,
cercote el Adelantado
una mañana en domingo,
de peones y de armas
el campo bien guarnecido;
con la gran artillería
hecho te había un portillo.
Viérades moros y moras
todos huir al castillo:
las moras llevaban ropa,
los moros harina y trigo,
y las moricas de quince años
llevaban el oro fino,
y los moricos pequeños
llevaban la pasa y higo.
Por cima de la muralla
su pendón llevan tendido.
Entre almena y almena
quedado se había un morico
con una ballesta armada
y en ella puesto un cuadrillo.
En altas voces decía,
que la gente lo había oído:
-¡Tregua, tregua, Adelantado,
por tuyo se da el castillo!.
Alza la visera arriba,
por ver el que tal le dijo,
asestárale a la frente,
salido le ha al colodrillo.
Sacole Pablo de rienda,
y de mano Jacobillo,
estos dos que había criado
en su casa desde chicos.
Lleváronle a los maestros
por ver si será guarido.
A las primeras palabras
el testamento les dijo.



En el libro ÁLORA LA BIEN CERCADA
de Manuel Garrido Palacios
Editorial Castilla. Valladolid