José Jiménez Barbieri (1888-1942)
Imprenta Isleña 1994
PAISAJE DE OTOÑO
se ha dormido en su lecho de neblina
y en la tarde de otoño que declina,
hay un misterio tétrico y sombrío.
Sentimos la nostalgia vaga, incierta,
imprecisa y sutil de unos amores;
el perfume lejano de unas flores,
flotando en tomo de la tarde muerta.
Preludia el viento su canción doliente,
el surtidor llorón de alguna fuente
el surtidor llorón de alguna fuente
nos dice su dolor. La noche avanza.
Y allá lejos, las notas de un piano,
se quejan como heridas por la mano
de una enferma de amor sin esperanza.
Belleza del jardín, triste belleza
de tísica ideal que sus amores
llora en silencio; tú, jardín sin flores,
tienes ese dolor, esa tristeza.
Se han secado por siempre tus rosales.
No se escucha de un pájaro el acento.
Las hojas, arrastradas por el viento,
parecen entonar tus funerales.
Llora a compás de la tristeza mía.
Formemos una misma melodía
jardín abandonado, y nuestra queja
será cual la canción eterna y fuerte
de los alucinados, que en la muerte
van a buscar la dicha que se aleja.
© J. Jiménez Barbieri