MANUEL DURÁN

MANUEL DURÁN
PREMIO NACIONAL “ENRIQUE ANDERSON IMBERT” 2015
OTORGADO POR LA ACADEMIA NORTEAMERICANA DE LA LENGUA ESPAÑOLA

NUEVA YORK. Manuel Durán, profesor emérito de la Universidad de Yale, gana el Premio Nacional “Enrique Anderson Imbert” 2015 otorgado por la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE).
Este Premio reconoce la trayectoria de vida profesional de quienes han contribuido con sus estudios, trabajos y obras al conocimiento y difusión de la lengua y las culturas hispánicas en los Estados Unidos.
El jurado fundamentó su decisión señalando “su ejemplar fecundidad poética y ensayística, su trayectoria educativa como investigador, crítico y profesor universitario e impacto general en el mundo de las letras para el conocimiento y difusión del idioma y las culturas hispánicas en los Estados Unidos, además de constituir una vida ejemplar por su extraordinario esfuerzo de superación desde las condiciones más adversas”.
El premio se concede a personas residentes de los Estados Unidos y consta de un diploma y una medalla conmemorativa.
Los ganadores de las tres ediciones anteriores fueron Elias Rivers, catedrático emérito de la Universidad del Estado de Nueva York en Stony Brook (2012), Saúl Sosnowski, profesor en el Departamento de Español y Portugués en la Universidad de Maryland (2013) y Nicolás Kanellos profesor de estudios hispánicos en la Universidad de Houston y director de Arte Público Press (2014).
El director de la ANLE, Gerardo Piña-Rosales, declaró: “El Jurado desarrolló una excelente y difícil labor pues en esta edición los finalistas contaban con historiales distintos, todos ellos meritorios. No me cabe duda de que Manuel Durán, como poeta, crítico y educador –representante del exilio español primero en México y luego en los Estados Unidos– no tiene parangón. Felicito al jurado por su visión lúcida y ejemplar profesionalidad".
El galardonado expresó: “Sorpresa muy agradable es la noticia del premio que me otorga la ANLE. Por una parte es bien cierto que los que trabajamos en las escuelas y las Universidades no lo hacemos con el afán de enriquecernos, y tampoco vamos en busca de aplausos y honores. Nos atrae el contacto con los jóvenes, la posibilidad de influir en forma indirecta, casi misteriosamente, en el futuro de nuestros pueblos y nuestras culturas, y pagar la deuda que tenemos con los que fueron nuestros maestros. Y a su vez los que estudiaron con nosotros, por lo menos algunos de ellos, seguirán nuestros pasos. Esta continuidad, esta cadena, no se rompe; es, afortunadamente, eterna.”
Carlos E. Paldao, secretario del certamen, comentó: “La trayectoria de Manuel Durán se ha caracterizado por su constante excelencia como crítico, investigador, poeta y profesor universitario. El Jurado ha reconocido sus extraordinarios méritos por la ingente calidad y profunda contribución al conocimiento y difusión de la lengua, las letras y las culturas panhispánicas en los Estados Unidos.”
Manuel Durán (Barcelona, 1925) abandonó España al final de la guerra civil y, tras una estadía en Francia, llegó a México en 1942 donde cursó estudios de Leyes al igual que de Filosofía y Letras en la UNAM. Complementó su formación con estudios de posgrado en La Sorbona. En París conoció a Octavio Paz y desde entonces colaboró con él en diversos proyectos. De regreso al continente, se estableció en los Estados Unidos obteniendo el doctorado en Lenguas y Literaturas Romances en la Universidad de Princeton, con una tesis dirigida por el gran humanista, filólogo e historiador Américo Castro. En 1960 llega a la Universidad de Yale donde desarrolló una larga carrera como catedrático, Director de Estudios Graduados y, finalmente, Jefe del Departamento de Español y Portugués.
La lista de publicaciones de Manuel Durán es extensa: estudios monográficos sobre escritores del Siglo de Oro (Cervantes, Luis de León, Calderón de la Barca, Quevedo) y sobre autores modernos (Lorca, Cela, Ortega, Gayte, Juan Rulfo, Carlos Fuentes, Elizondo y Paz, entre otros).
Manuel Durán viaja con frecuencia a México, país al que considera su segunda patria. Jubilado, pasa la mitad del año en La Florida, frente a la bahía de Tampa, que recorre en su barco de vela. En su biblioteca privada puede verse la reproducción de un grabado de Goya, que es el autorretrato del gran artista disfrazado de Padre Tiempo, con una guadaña y un farol, y al pie un lema que Manuel Durán, a los 90 años, hace suyo: "Aun aprendo".



Correspondiente de la Real Academia Española