Antonio Vivaldi
Concerti con molti instromenti
Encargaron a Antonio Vivaldi un concierto en el que cada miembro de la familia encargante quería que su instrumento (de música) favorito estuviera presente en la partitura. A uno le gustaba el oboe, a otro el tambor, a otro el violonchelo y todo así, porque las aficiones hogareñas llevadas a estos extremos vienen a ser muy complejas. Y el Mozart latino ─como lo llamó algún crítico─ no se inquietó por ello, sino que compuso esa magna obra que contiene ocho entradas y que llamó “Concerti con molti instromenti”, con la que posiblemente contentó a cada miembro del exigente clan y él quedó con su grandeza artística intacta. Otros cuentan que lo que hizo fue sumar varias piezas sueltas que tenía ya escritas y adaptarlas para la ocasión. Da lo mismo. Lo cabal es que resolvió tamaño encargo con la gracia y el genio de quien sabe moverse en todas las plazas.
Concerti con molti instromenti
Encargaron a Antonio Vivaldi un concierto en el que cada miembro de la familia encargante quería que su instrumento (de música) favorito estuviera presente en la partitura. A uno le gustaba el oboe, a otro el tambor, a otro el violonchelo y todo así, porque las aficiones hogareñas llevadas a estos extremos vienen a ser muy complejas. Y el Mozart latino ─como lo llamó algún crítico─ no se inquietó por ello, sino que compuso esa magna obra que contiene ocho entradas y que llamó “Concerti con molti instromenti”, con la que posiblemente contentó a cada miembro del exigente clan y él quedó con su grandeza artística intacta. Otros cuentan que lo que hizo fue sumar varias piezas sueltas que tenía ya escritas y adaptarlas para la ocasión. Da lo mismo. Lo cabal es que resolvió tamaño encargo con la gracia y el genio de quien sabe moverse en todas las plazas.
© Manuel Garrido Palacios