EL MERCADO VIEJO DE HUELVA
Documental realizado por
David Garrido Guil
Documental realizado por
David Garrido Guil
Golden Harp Project
© 2015
(Texto de M. G.
Palacios)
El Mercado del Carmen o, como lo llamaban los
vecinos de Huelva: ‘La Plaza’ abrió sus puertas un día de San Sebastián de 1868
en el corazón de la ciudad, dándole un latido nuevo, cerca del puerto para el
pescado, a la distancia justa de los mataderos para la carne, confluyendo en
aquel espacio todo cuanto provenía del campo y del mar en una mezcla de olores
y de voces pregonando su mercancía, de conversaciones ajustando precios: frases
hechas para atraer a las personas que entraban con sus canastos vacíos para animarlas a que salieran
con sus canastos llenos: ‘la sardinita recién traía’ ‘a tanto el kilo bien
despachao’, el calamar, el choco en tiras, entero, para freir o guisar, la
merluza, la corvina, el jurel, el besugo, la acedía, la mojama, el pimiento, la
uva del Condado, el membrillo de la melancolía, el pero serrano, la aceituna
con hueso o con su morrón dentro, el tomate de huerta, la lechuga, la col…,
todo el campo, todo el mar, todo el aire se empezó a ofrecer en el viejo
Mercado del Carmen décadas después de convertirse Huelva en capital de la
provincia, al sur del sur de Europa.
Las miradas de los compradores pasaban
frente a los puestos y en el juego de la seducción, unas se fijaban en el
producto y otras seguían, según la vista y los números que figuraban en el
cartel del precio. Los habitantes de la ciudad escudriñaban a fondo el ambiente
que acababa de crearse en aquel rincón del Carmen que en el siglo XIX se abría
para el desarrollo de la capitalidad recién estrenada. Lugar de encanto al que
se iba a comprar, a ver, a escuchar, a medir el pulso del día, a encontrarse, a
tomar el café con churros en los bares que empezaron a rodear aquella novedad.
La ciudad creció y el
viejo Mercado del Carmen, tras 142 años de vida, se fue quedando chico, hasta
que al inicio del año 2010, se cerró, no para morir, sino para renacer con el
mismo nombre un poco más allá, en el Barrio de Pescadería.
Los mercados son tan antiguos como la
Humanidad. Allá donde alguien quiso vender algo siempre esperaba alguien para comprarlo.
Quizás el alimento fue lo primero que se puso en juego en el trueque con las
monedas. Con el uso vinieron las reglas, el agrupamiento de vendedores y el
goteo incesante de vecinos de la ciudad buscando lo necesario para el día. Fue
también cada mercado el cauce por el que circulaba la primera noticia de un
suceso, de una opinión. De madrugada se abrían sus puertas. A día vencido, se
cerraban para reponer en los puestos la nueva mercancía. La jornada era un
flujo de economía de base imprescindible.
Así pasó con el viejo Mercado del
Carmen, cuya historia se la llevó el tiempo a otro edificio para dejar en el
aire la fragancia de los sitios encantadores.
https://youtu.be/eKdCMrnfPH8