Alexis Diaz-Pimienta



LOS SONETOS DEL PÁJARO

I

El pájaro no sabe que lo miro.
Se queda simplemente tras las rejas
Intentando juntar canciones viejas,
Fragmentos de su ayer, con un suspiro.

El pájaro es tan pájaro que inspiro
Sus cantos a pesar de ciertas quejas,
Y somos la mejor de las parejas
Aunque, ‘si abres la jaula, yo me piro’.

El pájaro no sabe que su canto
Es la fuerza motriz de mi escritura,
La estética fugaz que imito tanto.

Alado embrión de mi literatura,
El pájaro cantor ignora cuanto
Le debo a su lección de Oralitura.

II

El pájaro twittea diariamente
Poemas que se quedan en el viento.
Y luego retwitea el microcuento
De todo lo que piensa, intuye, siente.

El pájaro, seguro, a veces miente.
Finge cantar por verme a mi contento.
O plagia al star-bird de ese momento,
Con carita de cómico silente.

Pero el pájaro, dicen, cuando canta
Glosa en voz alta lo que está pensando,
Comparte con nosotros sus problemas.

De modo que yo, atento a su garganta,
Me paso las semanas practicando
Para ser traductor de orni-poemas.

III

Me han dicho que las aves enjauladas
No sólo tienen menos movimientos,
Sino menos registros y tonadas,
Sus cantos son más sosos, torpes, lentos.

Me han dicho que las aves apresadas
Tienen, como las monjas de un convento,
La misma sensación de estar casadas
con Dios, y fieles son al juramento.

Pero aquí, por supuesto, pierde el ave,
¿De qué sirve ser fiel a una doctrina
Si el Dios que es elegido no lo sabe?

El ave canta y reza y ora y trina,
en tono agudo y alto y fino y grave,
Pero el bípedo Dios ni lo imagina.

IV

El ave tiene un ojo a cada lado.
Por eso cuando mira no me mira.
Ve sólo medio yo. Por eso gira
El rostro y arma el puzzle que ha mirado.

Yo soy medio poeta. Medio amado.
Media verdad. Y si, media mentira.
Su rostro de perfil me ha retratado.
El Ojo vaya fotos que me tira.

Sin párpados. Silente. Ni respira.
Sin flash. Sin esmerarse demasiado.
El ave cuando mira no me mira.

Yo soy los fotogramas que ha juntado.
La suma de verdades da mentira.
Por eso tiene un ojo a cada lado.

V

Anoche hablé en secreto con el pájaro
y propuse cambiar de posiciones:
Que él se encargara de las traducciones
y me dejara a mí el papel de pájaro.

Pero bueno, ya saben, todo pájaro
Es audaz para hacer negociaciones.
Se puso a revisar las condiciones
Y al final decidió seguir de pájaro.

Su argumento final, definitivo,
Se me antoja brutal, demoledor:
Que es muy grande la jaula en la que vivo.

Desde entonces soy simple fingidor.
Y todo lo que canto, cuento, escribo,
Son versos que me dicta El Profesor.

© Alexis Diaz-Pimienta

Isabel Lozano Renieblas

CERVANTES Y LOS RETOS DEL «PERSILES»
ISABEL LOZANO-RENIEBLAS
PUBLICACIONES DEL SEMYR · Salamanca