LOS SONETOS DEL PÁJARO
I
El pájaro no sabe que lo
miro.
Se queda simplemente
tras las rejas
Intentando juntar
canciones viejas,
Fragmentos de su ayer,
con un suspiro.
El pájaro es tan pájaro
que inspiro
Sus cantos a pesar de
ciertas quejas,
Y somos la mejor de las
parejas
Aunque, ‘si abres la
jaula, yo me piro’.
El pájaro no sabe que su
canto
Es la fuerza motriz de
mi escritura,
La estética fugaz que
imito tanto.
Alado embrión de mi
literatura,
El pájaro cantor ignora
cuanto
Le debo a su lección de
Oralitura.
II
El pájaro twittea
diariamente
Poemas que se quedan en
el viento.
Y luego retwitea el
microcuento
De todo lo que piensa,
intuye, siente.
El pájaro, seguro, a
veces miente.
Finge cantar por verme a
mi contento.
O plagia al star-bird de
ese momento,
Con carita de cómico
silente.
Pero el pájaro, dicen,
cuando canta
Glosa en voz alta lo que
está pensando,
Comparte con nosotros
sus problemas.
De modo que yo, atento a
su garganta,
Me paso las semanas
practicando
Para ser traductor de
orni-poemas.
III
Me han dicho que las
aves enjauladas
No sólo tienen menos
movimientos,
Sino menos registros y
tonadas,
Sus cantos son más
sosos, torpes, lentos.
Me han dicho que las
aves apresadas
Tienen, como las monjas
de un convento,
La misma sensación de
estar casadas
con Dios, y fieles son
al juramento.
Pero aquí, por supuesto,
pierde el ave,
¿De qué sirve ser fiel a
una doctrina
Si el Dios que es
elegido no lo sabe?
El ave canta y reza y
ora y trina,
en tono agudo y alto y
fino y grave,
Pero el bípedo Dios ni
lo imagina.
IV
El ave tiene un ojo a
cada lado.
Por eso cuando mira no
me mira.
Ve sólo medio yo. Por
eso gira
El rostro y arma el
puzzle que ha mirado.
Yo soy medio poeta.
Medio amado.
Media verdad. Y si,
media mentira.
Su rostro de perfil me
ha retratado.
El Ojo vaya fotos que me
tira.
Sin párpados. Silente.
Ni respira.
Sin flash. Sin esmerarse
demasiado.
El ave cuando mira no me
mira.
Yo soy los fotogramas
que ha juntado.
La suma de verdades da
mentira.
Por eso tiene un ojo a
cada lado.
V
Anoche hablé en secreto
con el pájaro
y propuse cambiar de
posiciones:
Que él se encargara de
las traducciones
y me dejara a mí el
papel de pájaro.
Pero bueno, ya saben,
todo pájaro
Es audaz para hacer
negociaciones.
Se puso a revisar las
condiciones
Y al final decidió
seguir de pájaro.
Su argumento final,
definitivo,
Se me antoja brutal,
demoledor:
Que es muy grande la
jaula en la que vivo.
Desde entonces soy
simple fingidor.
Y todo lo que canto, cuento, escribo,
Y todo lo que canto, cuento, escribo,
Son versos que me dicta El Profesor.
© Alexis Diaz-Pimienta