Réquiem por Santi Feliú
Alexis Díaz-Pimienta
Estas
décimas no fueron escritas, fueron improvisadas, en la cantata y homenaje
póstumos que le hicimos a Santiago Feliú en La Habana, al día siguiente de su
muerte, tan repentina y triste. Yo había acabado de llegar y no pude dejar de
ir al patio del Instituto Cubano de la Música. Allí había cientos de amigos y
admiradores. Yo no iba a actuar, iba de público, a rendir tributo al gran
Santi. Pero varios amigos me pidieron que actuara, y uno de ellos me dijo antes
de subir al escenario: ¡Pobre Santi, estaba tocando el piano cuando le dio el
infarto! Subí y nacieron estas décimas que meses después alguien
transcribió de las grabaciones de vídeo, y las puso en Facebook. Gracias,
Ivette Carnota, por haberlas compartido conmigo. Mi recuerdo eterno al gran
poeta, al gran artista Santiaguito Feliú. La foto es
de Alejandro Ramirez, tomada de un artículo de Mónica Rivero en el portal
Oncuba: http://oncubamagazine.com/cultura/santiago-feliu-melodia-desenfado-poesia/
Estaba tocando el piano
Cuando sintió un dolor fuerte.
Callada llegó la muerte
Para callar al hermano.
Estaba tocando el piano
Tranquilo, de madrugada.
Estaba como si nada,
Como siempre, componiendo,
Estaba sueños tejiendo,
Con el sol en la mirada.
Cuando sintió un dolor fuerte.
Callada llegó la muerte
Para callar al hermano.
Estaba tocando el piano
Tranquilo, de madrugada.
Estaba como si nada,
Como siempre, componiendo,
Estaba sueños tejiendo,
Con el sol en la mirada.
Estaba tocando el piano
Cuando la muerte llegó.
Una canción se quedó,
Sangrando entre mano y mano.
Estaba tocando el piano
Cuando se le fue la vida.
Su cuerpo tuvo una herida
Que no pudo soportar.
En todo Infanta y Manglar
Se escuchó su voz dormida.
Cuando la muerte llegó.
Una canción se quedó,
Sangrando entre mano y mano.
Estaba tocando el piano
Cuando se le fue la vida.
Su cuerpo tuvo una herida
Que no pudo soportar.
En todo Infanta y Manglar
Se escuchó su voz dormida.
Estaba tocando el piano,
Componiendo una canción,
Diciéndole a la razón:
Aún queda aquí un ser humano.
Estaba tocando el piano,
Donde quiera se escuchaba
Una tercera, una octava,
Una tecla, otra, su voz.
Y de pronto pasó Dios
Porque lo necesitaba.
Componiendo una canción,
Diciéndole a la razón:
Aún queda aquí un ser humano.
Estaba tocando el piano,
Donde quiera se escuchaba
Una tercera, una octava,
Una tecla, otra, su voz.
Y de pronto pasó Dios
Porque lo necesitaba.
Todo el mundo lo recuerda
Como un hombre coherente,
Viviendo derechamente,
Pero soñando a la izquierda.
Su mano zurda concuerda
Con el zurdo ser humano.
Muerte, quisiste temprano
Como un hombre coherente,
Viviendo derechamente,
Pero soñando a la izquierda.
Su mano zurda concuerda
Con el zurdo ser humano.
Muerte, quisiste temprano
Callarlo, ponerlo triste.
Muerte, pero te jodiste
Estaba tocando el piano.
Muerte, pero te jodiste
Estaba tocando el piano.
© Alexis Díaz-Pimienta
www.proyecto-oralitura.blogspot.com
Almería. Granada. España
Almería. Granada. España