LUIS
DELGADO
Todos los instrumentos
interpretados, grabados y mezclados por
Luis Delgado
en el Estudio del Museo de la Música
de Urueña, en febrero de 2013
interpretados, grabados y mezclados por
Luis Delgado
en el Estudio del Museo de la Música
de Urueña, en febrero de 2013
VIAJES SONOROS
En la relación personal que
el músico establece con los instrumentos es habitual que se viva una sensación
de amor y odio. Odio por la impotencia que experimenta el intérprete al ver la
barrera física que el instrumento levanta ante sí, y que se mueve
proporcionalmente hacia delante en la medida en la que el músico avanza en su
técnica. Y amor hacia esa herramienta que encierra tantos sentimientos
accesibles a la mano del intérprete, tantos mensajes de otro lugar, de otras
gentes, y de otro tiempo. Así, este disco, es el pago de una deuda adquirida
con todos esos utensilios sonoros que nos han abierto el cofre de sus secretos,
permitiéndonos penetrar en su más íntima expresión y revelándonos los matices
de las culturas de las que son embajadores. Si son instrumentos antiguos, como
el caso del oud sirio que oímos en la grabación, nos hablan con la voz, no ya
de otra cultura, sino de otro tiempo. Su caja ancestral vuelve a vibrar como
antaño para traernos las sensaciones que adornaran las veladas musicales de las
casas de la medina de Alepo.
Si se trata de un instrumento que, como el cornellius, acaba de nacer, el sonido nos muestra sus primeras palabras, limpias, brillantes y llenas de promesas de futuro. Y si es una reproducción medieval, como la sinfonía de las Cantigas de Alfonso X El Sabio, nuestro oído querrá reconocer en ella las resonancias medievales que surgen de los manuscritos miniados. Si bien las voces de las piezas son portadoras de todos los mensajes citados, este disco no pretende interpretar la música original de cada instrumento, pero sí buscar su voz natural, la que el instrumento encierra dentro de su misteriosa estructura. Al mismo tiempo, esta grabación quiere ser el órgano sonoro del «Museo de la Música», que, habiendo cumplido ya una década desde su inauguración, continúa incrementando sus fondos por encima de las 1200 piezas.
Si se trata de un instrumento que, como el cornellius, acaba de nacer, el sonido nos muestra sus primeras palabras, limpias, brillantes y llenas de promesas de futuro. Y si es una reproducción medieval, como la sinfonía de las Cantigas de Alfonso X El Sabio, nuestro oído querrá reconocer en ella las resonancias medievales que surgen de los manuscritos miniados. Si bien las voces de las piezas son portadoras de todos los mensajes citados, este disco no pretende interpretar la música original de cada instrumento, pero sí buscar su voz natural, la que el instrumento encierra dentro de su misteriosa estructura. Al mismo tiempo, esta grabación quiere ser el órgano sonoro del «Museo de la Música», que, habiendo cumplido ya una década desde su inauguración, continúa incrementando sus fondos por encima de las 1200 piezas.
Luis Delgado - Urueña
2013
Creo que pocas personas
podrían firmar con mayor autoridad que Luis Delgado un disco de estas
características. No sólo por haber sido desde hace muchos años un incansable
coleccionista de instrumentos musicales de los más diversos orígenes y
cualidades -lo que le ha convertido en uno de los mayores expertos en
organología- sino porque su oficio de intérprete le ha permitido adentrarse en
los secretos que cada pieza albergaba, consiguiendo extraer de sus entrañas los
toques precisos y la sonoridad adecuada. A su versatilidad como músico, que le
permite recorrer épocas y estilos con reconocida habilidad, Luis añade ahora
esta faceta de recuperador de sonidos aparentemente distantes y exóticos con
cuya magia nos encanta como si fuese un prestidigitador haciendo aparecer de
dentro de su chistera lugares y ambientes que ni siquiera imaginamos. Esta
grabación celebra, como todos lo hacemos, una década de felices hallazgos y de
recuperación de piezas y sonidos de los más alejados rincones del planeta con
los que Luis Delgado nos invita a viajar virtual o físicamente por su museo -el
Museo de la Música- y disfrutar contemplando formas perfeccionadas por el
tiempo o escuchando sonidos inventados desde el silencio o la soledad.
Joaquín Díaz - Urueña
2013