EN LA LITERATURA LATINA
(Siglos III a.C. – II d.C.)
Edición de Rosario Moreno Soldevila
Exemplaria Clássica · Universidad de Huelva
He aquí un libro de libros. Trae sus referencias desde una lejanía tan milenaria en tiempo como actual en lo que trata. En cuanto al futuro, si quedara algo después de destruido todo, eso sería la entraña de sus páginas: el amor. Bebe en la literatura clásica o, lo que es igual, en la Literatura con mayúscula, con lo que universaliza el tema. Lo que fue, eso es y eso será en toda época, en todo lugar. Se lee lo que entonces se sabía sobre el amor y vemos que sigue siendo lo que sabemos, algo que nos mueve en todas direcciones, cuyo menor matiz se eleva a rango de categoría en la búsqueda del misterio que encierra una palabra tan corta de letras, tan infinita de sentido. Advierte la nota previa que “el amor ha sido a lo largo de la historia uno de los temas centrales de la literatura universal. Difícil de delimitar por su carácter emocional y subjetivo, el amor se codifica, sin embargo, en motivos y tópicos reconocibles, surgidos en muchos casos por poligénesis, dada la universalidad del sentimiento erótico. Para conocer los orígenes de muchos de los motivos y conceptos amatorios de las literaturas occidentales surge este Diccionario, en el que se recoge su configuración en la literatura latina, heredera de la griega y germen de las europeas”.
Ya que la complejidad del libro no cabe resumirla en los límites de una nota, parece más propio dar noticia de su existencia y enumerar las voces que se corresponden con tópicos eróticos: figuraciones metafóricas, situaciones, personajes, etc. El libro aborda temas como Aborto, Abrazo, Adulterio, Afrodisíacos, Alba, Amada, Amado, Amantes, Amenazas, Amor [agridulce, correspondido, en la vejez, renovado], Aojamiento, Arte de amar, Ausencia, Belleza, Besos, Cadenas de amor, Camino de amor, Caricia, Cariño, Caza y pesca de amor, Celada, Celos, Citas, Codicia, Señales secretas, Coito, Concatenación de amor, Confidente, Contigo [al fin del mundo, pan y cebolla], Cornudo, Cortejo, Cosméticos, Cualidades de la amada, Cuitas, Cunnilingus, Cupido, Declaración, Definición, Descripción de la belleza, Desdén, Desengaño, Deseo, Desnudez, Dilema, Dioses, Dueña, Eco, Edad de oro, Enamoramiento, Envidia, Escenarios, Esclavitud, Espera, Esperanza, Esponsales, Esposos, Excitación, Exhibicionismo, Fanfarronería sexual, Fantasías eróticas, Felación, Fidelidad, Flores, Funeral, Guardián, Hastío, Herida, Incesto, Placer, Pleitesía, Poesía, Posturas, Prendas, Preñez, Pretendiente, Prostitución, Insomnio, Pseudónimos, Invierno de amor, Pudor, Disfrute vital, Quejas, Irrumación, Rechazo, Joyas, Recompensa, Juego,Reconciliación, Lamento, Recuerdo, Lecho, Regalos, Lenguaje, Lesbianismo, Remedios, Llama, Reputación, Llanto, Riñas, Locura de amor, Rival, Lujuria, Rondas, Magia, Rueda de amor, Ruptura, Mal de amores, Maldición, Seducción, Mascota, Sensatez, Masturbación, Separación, Matrimonio, Sexo, Mensajes, Sexo oral, Miedo, Símbolos, Milicia de amor, Síntomas, Moralistas, Soledad, Mordiscos, Sueños, Muerte, Suicidio por amor, Mundo al revés, Súplicas, Suspiros, Noche de amor, Tercería, Ocio, Torturas, Traición, Olvido, Pacifismo, Travestismo, Ofrendas, Pacto, Triunfo, Paisaje ideal, Venus, Palabras de amor, Vino, Paradojas, Violación, Parto, Virginidad, Pedicación, Voyeurismo, Perfumes, Yugo, Piropos, Zoofilia y más, como un léxico relativo, un listado de expresiones latinas y griegas con remisión a las voces y una bibliografía. Cierra la obra, superior al medio millar de páginas, la referencia sobre la autoría de quienes han colaborado en tan vasto corpus procedentes de diversas universidades: Montañés Gallardo, Traververa, Ramírez de Verger, Fernández Sanz, Montero Cartelle, Socas Gavilán, Laguna Mariscal, Galán Vioque, Bellido Díaz, Martos Fernández, Martos Montiel, Libran Moreno, Fernández Valverde, Tello Lázaro, Domínguez Martín, Estévez Sola, López López, Martínez Sariego, López Gregoris, Moreno Soldevila, que asume, además, el trabajo de edición, y Rivero García, que también aporta el prólogo, en el que dice que la obra es fruto de una idea surgida hace dos décadas, e insiste en que “el amor es un tema medular en todo corpus literario. Como pasión y obsesión, el asunto amoroso aparece desde el tratado filosófico a la lírica, desde la epopeya a la comedia o la novela, aunque su delimitación es imposible por la propia naturaleza evasiva del sentimiento erótico”.
Podría ser este un punto final, pero demos un salto literario para traer como colofón un soneto de Lope de Vega, que suena a eco del índice de motivos amatorios y que define el amor desde sus catorce versos:
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
© Manuel Garrido Palacios